Arqueólogos han hecho equipo con la Universidad de Ciencia y Tecnología de Kirmānšāh para llevar a cabo una investigación arqueológica en Behistun, con el objetivo de desenterrar un asentamiento que data del periodo arsácida (248 a.C.-224) según ha informado el servicio persa de la agencia de noticias ISNA. “El último año, bajo la dirección del arqueólogo Mehdi Rhabar, hemos centrado nuestra investigación en el palacio de la dinastía sasánida, y el resultado se publicará a su debido momento. Durante nuestros trabajos hemos llevado a cabo un estudio y abierto una serie de trincheras en la ladera cercana, con restos que pertenecen al periodo partho, que será nuestro objetivo de investigación para el próximo año”, ha informado David Daneshian, el director del Centro de Investigación Arqueológica de Behistun.
En relación con el descubrimiento del sitio de época arsácida, Daneshian explicó: “La ladera está situada ciertamente dentro de los límites del recinto histórico de Behistun, cerca de la colina donde se encuentra la inscripción aqueménida, confirmándose la presencia de un asentamiento que data del periodo arsácida. La excavación actual, así como la investigación previa, han recuperado objetos que evidencian la importancia del asentamiento durante el período arsácida en esta región del país”.
En relación con el descubrimiento del sitio de época arsácida, Daneshian explicó: “La ladera está situada ciertamente dentro de los límites del recinto histórico de Behistun, cerca de la colina donde se encuentra la inscripción aqueménida, confirmándose la presencia de un asentamiento que data del periodo arsácida. La excavación actual, así como la investigación previa, han recuperado objetos que evidencian la importancia del asentamiento durante el período arsácida en esta región del país”.
El antiguo sitio de Behistun ha sufrido ampliamente desde 1979 tras el ascenso al poder del régimen clerical en Irán. Behistun, como otros cientos de sitios iranios pre-islámicos, se ha venido enfrentado con un tratamiento devastador, resultado de la hostilidad del régimen totalitario-teocrático hacia el pasado pre-islámico de Irán. El régimen durante más de tres décadas no sólo ha ignorado el saqueo y el vandalismo efectuado sobre el sitio, sino que también ha causado graves daños al emplazamiento, como socavones en la zona arqueológica para el tendido de cables, la construcción de una ciudad industrial, fábricas de productos químicos y la construcción de carreteras. Además, en el año 2006, el régimen suprimió el presupuesto del sitio para forzar al personal y a la seguridad de Behistun a abandonar el lugar y dejarlo sin protección. El valeroso personal reconoció la trama del régimen y trabajó durante casi un año sin recibir ningún tipo de salario, asegurándose de que ningún daño estropeara este invaluable emplazamiento. Al final, la República Islámica se vio obligada a reponer el presupuesto. Behistun fue registrado como Patrimonio de la Humanidad en julio del año 2006.
Cabe recordar que Behistun se encuentra al oeste de Irán, a 30 kilómetros al noreste de Kirmānšāh, sobre la falda de una montaña del mismo nombre, a lo largo de la antigua ruta comercial que unía el altiplano iranio con Mesopotamia. El antiguo sitio cuenta con vestigios que van desde la prehistoria a la época meda (728-550 a.C.), aqueménida (550-330 a.C.), arsácida (278 a.C.-224), sasánida (224-651) e Ilkhanida. El monumento principal de este sitio arqueológico es el bajorrelieve y la inscripción cuneiforme ordenada realizar por Darío cuando finalmente se hizo con el trono en el año 521 a.C. El bajorrelieve representa al gran rey con un arco, como un signo de la soberanía, pisando en el pecho a una figura que yace de espaldas delante de él. Según la leyenda inscrita en el bajorrelieve, la figura representa a Gaumata, el supuesto impostor que habiendo asesinado a Bardiya, el legítimo heredero, se hizo con el poder hasta que fue derrotado por Darío.
Por debajo y alrededor del bajorrelieve se encuentran las aproximadamente 1200 líneas de inscripción cuneiforme, en sus versiones en elamita, antiguo persa y acadio, que relatan la historia de las batallas libradas por Darío entre los años 522-521 a.C. contra los rebeldes que se opusieron a su poder tras su ascenso al trono. El texto más antiguo parece ser la versión elamita, aunque existen opiniones contrarias a favor de la versión en antiguo persa. Esta es la única inscripción monumental conocida de los aqueménidas que documenta el acceso al trono de Darío.
Bajorrelieve partho en Behistun
Bajorrelieve partho en Behistun
Roca con relieve de época partha
Roca con relieve de época partha
Roca con relieve de época partha
La inscipción de Darío en Behistun
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