El robo se produjo a finales de octubre del año pasado, aunque los detalles no se han revelado al público como consecuencia de una investigación en curso dirigida por el Sûreté du Québec y el AXA Art, una de las mayores aseguradoras del mundo en relación con las obras de arte. Esta semana se han hecho públicas, como ha comunicado el museo, imágenes de vídeo que muestran al principal sospechoso. Una de las piezas robadas es una cabeza de mármol romana, fechada en el siglo I de nuestra era. La segunda es un bajorrelieve persa de la cabeza de un guardia, datado en el siglo V a.C. Este fragmento, realizado con piedra arenisca, se cifra en un valor de cientos de miles de dólares.
Ambas piezas son de pequeñas dimensiones, alrededor de 20 x 21 centímetros, y eran parte de la colección permanente de esta institución desde hace décadas. Éstas fueron robadas durante las horas de visita. Una extensa revisión de las imágenes de vídeo y entrevistas con el personal del museo han conducido al principal sospechoso, un hombre, de entre 5 y 7 píes de altura, que vestía unos vaqueros, zapatillas deportivas, una chaqueta negra y una oscura gorra de beisbol. Mark Dalrymple, un especialista en la recuperación de obras de arte robadas, está trabajando en nombre de AXA Art con el museo y la Sûreté du Québec. Dalrymple ha investigado una serie de casos por todo el mundo y ha tenido éxito en la recuperación, entre otras, de una pintura de Leonardo da Vinci robada en Gran Bretaña y de dos cuadros de John Turnes sustraidos de un museo alemán. Fue contactado en noviembre por el Museo de Bellas Artes de Montreal y se desplazó hasta dicha ciudad para evaluar el caso.
"El museo está terriblemente decepcionado con lo ocurrido pues ofrecen un sistema de seguridad de bajo nivel para que los visitantes puedan ver estas piezas de cerca", indicó Dalrymple. "Más allá del valor económico de estas piezas, existe una gran pérdida para el pueblo de Quebec. Al museo le gustaría mucho ver a estas antigüedades volver". Una suculenta recompensa ha sido ofrecida para la devolución de las dos piezas, a pesar de que no se ha especificado la cantidad: "Está en consonancia con el valor de los artículos", indicó Dalrymple desde Londres. Además, añadió: "Ahora tenemos una imagen clara de un sospechoso, obtenida por el sistema de cámaras de seguridad del museo. Puedo decir con seguridad que la persona es de origen local. Es canadiense y quebequense, probablemente. Ahora estamos apelando a la opinión pública y al mundo, para que nos ayuden". Un premio adicional de 10.000 $ se está ofreciendo a cualquiera que pueda identificar al sospechoso. "Invitamos a cualquier persona con información a ponerse en contacto con la Sûreté du Québec".
El robo en la institución de Montreal tiene paralelismos con el acontecido en el año 2004 en una de las instituciones de arte más importantes de Ontario, cuando los ladrones robaron una serie de estatuillas de marfil durante las horas de visita de la Galería de Arte de Ontario. Dalrymple voló a Toronto para ayudar con este caso y facilitar su retorno a la galería. En ambos robos, los objetos pequeños fueron sacados de una exposición y sacados a pesar de los sistemas de seguridad. En ambos casos, hubo una imagen de vídeo de los sospechosos, y se ofreció una recompensa para el regreso de la técnica.
Quebec es la única provincia de Canadá que tiene una unidad especializada en investigar robos de obras de arte, que opera bajo la Sûreté du Québec. Sus casos demuestran que el negocio del arte robado es una industria próspera, con un valor de al menos 20 millones de dólares al año en la provincia. Las antigüedades robadas tienen una alta demanda en el mercado global, siendo fácil su transporte a través de líneas internacionales, por ejemplo, Nueva York o Londres. También son piezas insustituibles, por lo que Dalrymple comentó: "Estos casos no son sólo escribir un cheque. Una compañía de seguros puede hacer eso, por supuesto. Pero aquí se trata de ayudar a recuperar los objetos robados al museo. Este es un museo gratuito, abierto al público, quienes pueden venir a ver estos objetos. Estamos tratando con delincuentes que han privado al público de esa experiencia, y queremos hacer el esfuerzo de recuperarlas. No vamos a hacer esto por un Rolls-Royce, estamos buscando objetos que son patrimonio histórico. La cuestión aquí es que nosotros, AXA, y el Museo de Bellas Artes queremos recuperar estas piezas. Tenemos la esperanza de que una vez que las fotografías de estos objetos robados sean hechas públicas, no importa en que parte del mundo estén estas piezas, nadie las puede vender".
Dalrymple envió un mensaje a quien pueda estar en posesión de estas antigüedades robadas: "Sólo debe devolverlas ahora para acabar con ésto de una vez. No seras capaz de vender estos artículos. Ni ahora ni en cinco años, ni en cualquier parte del mundo".
Dalrymple envió un mensaje a quien pueda estar en posesión de estas antigüedades robadas: "Sólo debe devolverlas ahora para acabar con ésto de una vez. No seras capaz de vender estos artículos. Ni ahora ni en cinco años, ni en cualquier parte del mundo".
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