El director de la Parseh and Pasargadae Research Foundation ha hecho un llamamiento para la vigilancia constante de la humedad del suelo, que está amenazando la tumba de Ciro en Pasargadā. La fundación ha preparado un plan para vigilar constantemente la humedad del suelo, según ha informado Mohammad-Hassan Talebian al servicio persa de la agencia de noticias CHN. El plan será aprobado y financiado por el Centro de Investigación del Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía (RCCTHO), agregó. "Según el plan, un higrómetro y los correspondientes instrumentos de registro se instalarán en el lugar para controlar el nivel de humedad del suelo por debajo de la base de la tumba", explicó Talebian. "El dispositivo no es barato y no es completamente adecuado para la tarea. Una serie de exhaustivos estudios tienen también que ser llevados a cabo por expertos internacionales", señaló. En el año 2005, muchos expertos advirtieron que la construcción de la presa de Sivand, que finalizó a principios de 2007, crearía un problema relacionado con la humedad. Desafortunadamente, el embalse formado por la presa, ubicada en el Valle de Bolaghī, que comienza a unos cuatro kilómetros de Pasargadā, ya ha destruido gran número de sitios arqueológicos pre-islámicos.
Además, algunos expertos habían indicado previamente que el aumento de la humedad, causado por el gran lago formado por la presa, podría causar daños a Pasargadā, que es también el hogar de dos de los palacios de Ciro II, así como su lugar de descanso, y de otras estructuras Aqueménidas. Afortunadamente, debido a la escasez de precipitaciones en la zona, el llenado de la presa no ha sido completado de acuerdo con el plan del régimen islámico de destruir Pasargadā. Sin embargo Talebian afirmó que los niveles naturales subterráneos de agua siempre han sido altos en la región de Pasargadā. Afirmó que la enfermedad es mencionada en los informes del Instituto Italiano para el Medio y Extremo Oriente (ISMEO), institución que había hecho algunas excavaciones y restauraciones en el sitio y en Persépolis antes de la revolución iraní de 1979. "Se ha alcanzado un estado de equilibrio entre la naturaleza y todas las estructuras de Pasargadā. Sin embargo, muchos esfuerzos deben hacerse para establecer un sistema científico exhaustivo para monitorear las condiciones ambientales las 24 horas del día", afirmó Talebian.
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