Creo que es necesario abordar dos términos que serán utilizados continuamente en el presente blog, como Persia e Irán. Ambos conceptos tienen su propia historia y justificación. Mientras que el término "Persia" procede del persa antiguo Pārsa, designando con ello en un primer momento solo a una región del suroeste de Irán para superar más tarde estas fronteras provinciales, se mantiene, históricamente hablando, que el término "Irán", como concepto a la vez étnico, religioso y político, se deriva del concepto Sasánida de Ērānšahr ("país de los arios/iranios"). Los primeros Sasánidas idearon este concepto político en el siglo III de nuestra era, porque para legitimar su propio poder querían presentarse como los herederos del antiguo imperio Aqueménida, así como descendientes de los míticos monarcas iranios, y también como seguidores de la fe zoroastrica, con sus profundas raíces en Irán.
El término "Irán" se deriva así del persa medio ērān , el genitivo plural de ēr, que forma el primer elemento de la denominación Ērānšahr , que como acabo de indicar significa "país de los arios/iranios". El término puede ser remontado al periodo Aqueménida, puesto que éstos concedieron a ariya, en que se basaba ēr, un valor étnico. Por ejemplo, Darío se define en su epitafio (DNa) como ariya o ariyačiça, como "ario" o "de origen ario". En sus inscripciones, tanto Darío como Jerjes, no sólo enfatizan su origen "ario", sino que también mencionan a Ahura-Mazdā como el "Dios de los arios" y denominan a su lenguaje y su escritura "aria". De todas formas, es necesario remarcar que los aqueménidas pusieron mucho mayor énfasis en el componente "persa" de su imperio. Por ejemplo se centraron en su pertenencia a la tribu de los persas para diferenciarse de los medos, de los bactrianos y de otros pueblos de lengua irania, así como también hicieron hincapié en el hecho de que procedían de la zona suroccidental del actual Estado de Irán, región a la que por otra parte dieron su nombre.
Los Sasánidas, por el contrario, crearon una nueva identidad para si mismos y para sus súbditos a través del concepto de Ērānšahr, como el hogar político, cultural y religioso de todos los que vivían en aquellos territorios, una idea que se remontaba a un pasado lejano. En el contexto de la perversión nazi de la palabra "ario", que degeneró en un concepto racial y en su interpretación como "de alemán y de lo relacionado con lo alemán", vale la pena recordar que la palabra "ario" tiene significación solamente como un término lingüístico que denota "Indo-Iranio" y como designación de la parte oriental de la familia indoeuropea de lenguas, por lo que debería de ser utilizada exclusivamente en este sentido. No es sorprendente que con la caída de la dinastía Sasánida el término "Irán" desapareciera. Los historiógrafos y geógrafos árabes (e incluso el gran poeta épico iranio Firdausi) emplearon el término simplemente como una designación historicista del imperio Sasánida. Sería recuperado solamente como concepto político en el imperio de los Ilkanes, quienes volvieron a utilizar "Irán" como nombre oficial, donde el valor político de Irán siguió siendo válido hasta bien entrado el siglo XIX. Como designación oficial de un Estado, sin embargo, el término "Persia" fue usado durante siglos y no fue reemplazado por "Irán" hasta 1934, bajo la dinastía Pahlevi.
De todas formas, hay que subrayar que las gentes de la antigüedad que allí habitaban, entendían por Irán no solo el territorio del actual estado de este nombre, sino también regiones habitadas por iranios que hoy son parte de los territorios de Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán. Un ejemplo es Bactria (hoy el norte de Afganistán), que habitada por iranios tuvo una enorme importancia durante el periodo aqueménida; otros ejemplos lo constituyen la tierra de origen de los Arsácidas en Parthia (hoy el sur de Turkmenistán) y Aracosia (en el sur de Afganistán) que jugó un importante papel en la historia del Zoroastrismo. Aunque la denominación Ērān/Irán tiene probablemente un contenido étnico, debe entenderse a la población que allí se asentó sobre todo como una serie de grupos lingüísticos a los que era común su pertenencia a la rama indoirania o aria de la familia de lenguas indoeuropeas. La filología clasifica las lenguas iranias de época histórica en tres periodos: iranio antiguo (hasta los siglos III/IV a.C.), iranio medio (hasta los siglos VIII-IX d.C.) y neo-iranio. Y distingue dentro de estas diferentes lenguas o dialectos dentro del iranio antiguo al persa antiguo, al avéstico, al medo y a otros dialectos ya apenas reconocibles; dentro del iranio medio al persa medio, al parto, al sogdiano, al jorasmio, al sacio, al bactriano y a otros dialectos. De todas formas hay que recordar que además de los iranios, vivían en el territorio del antiguo Irán otros pueblos o grupos lingüísticos, de los que en época aqueménida serían de importancia los elamitas (en el suroeste de Irán) y en época partha y sasánida, los griegos, armenios, árabes, judíos y grupos de población de habla aramea.
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