Una antigua red de túneles secretos y viviendas han sido descubiertos en la provincia de Hamadān. Esta provincia iraní se encuentra en una zona elevada, sobre las montañas de Alvand, que se extienden desde el noroeste hacia el suroeste. El complejo descubierto se encuentra cerca del pueblo de Arzanfud, a 25 kilómetros al sureste de la capital provincial, según ha informado el Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Hamadān (HCHTHD). El complejo se compone de 25 habitaciones conectadas entre sí por varios túneles, que habían sido excavados por debajo de un montículo de piedra, y que se encontraban a una profundidad de 4 a 6 metros. Se piensa que la estructura había sido utilizada por los habitantes como un refugio para salvaguardarse ante conflictos militares. La entrada al complejo subterráneo, que está oculta o disfrazada, está aún por descubrir, aunque por el momento se puede acceder a través de un conducto de ventilación original, ampliado por los expertos del HCHTHD para favorecer el acceso al complejo. Se puede observar que dentro de esta estructura existen agujeros tallados en las paredes, que habrían sido utilizados para colocar objetos destinados a iluminar el complejo, y también se ha identificado una cuna en la estructura. Una serie de anillos de piedra y ganchos también han sido uno de los objetos descubiertos. De acuerdo con los estudios iniciales, la ciudad probablemente se remonta a la época meda (728-550 a.C.) o Arsácida (248 a.C.-224 d.C.).
No existen más detalles de lo que se ha descubierto, puesto que esto es lo único que se ha anunciado al público por el HCHTHD. Desde marzo de 2009, los arqueólogos iraníes tienen prohibido tanto dar entrevistas como revelar ninguna información sobre el ICHTHO o sobre el estado de la arqueología iraní. Mediante la ejecución de una prohibición del régimen teocrático-totalitario se ha cerrado la única vía fiable para obtener información precisa sobre el estado de los descubrimientos arqueológicos y de los tesoros culturales recuperados de los sitios. Según algunos informes, el número de objetos de gran valor recuperados de los sitios que pasan a los museos de Irán a través del ICHTHO, especialmente aquellos realizados de metales preciosos, se ha reducido drásticamente. El comercio ilícito de antigüedades y la venta de reliquias históricas desde Irán a los mercados europeos y a los coleccionistas privados de todo el mundo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos de los clérigos gobernantes y de sus familias. Desde el ascenso del régimen islámico al poder en 1979, no sólo el contrabando y el saqueo del arte iraní y de las antigüedades, sino también una destrucción deliberada, sobre todo del patrimonio pre-islámico iraní, han sido sistemáticos y generalizados. Estas destrucciones se han incrementado desde el nombramiento de Mahmud Ahmadineyad como presidente por el Ali Khamenei, líder espiritual del régimen.
La ciudad de Hamadān, conocida como Ecbatana en la antigüedad, es la capital más antigua de los iranios, puesto que fue la sede del primer imperio iraní, los medos. Se cree que la ciudad fue fundada alrededor del año 1.100 a.C., mientras que algunos historiadores sostienen se remonta al 3.000 a.C. Según los registros históricos, hubo una vez un castillo en esta ciudad que se llamaba Kohan-Dež(antigua fortaleza), donde había mil habitaciones y su grandeza igualaba a la de la Torre de Babilonia. La ciudad siguió manteniendo su importancia durante el periodo Aqueménida, hasta que en el año 330 a.C., Alejandro tomó la ciudad. De acuerdo con las fuentes antiguas, Hefestión, uno de los hombres de Alejandro, fue enterrado en Hamadān en el 324 a.C. La ciudad fue revivida y volvió a ganar su antigua importancia tras la liberación de Irán por los monarcas Arsácidas. Aunque Ctesifonte fue elegida como la capital política y de invierno del imperio, Ecbatana fue la capital de verano y la residencia de los reyes parthos. La ciudad mantuvo su importancia después del ascenso al poder de los Sasánidas en el año 224, puesto que éstos construyeron sus palacios de verano en Hamadān. Después de la batalla de Nahavand en el año 642, Hamadān, cayó en manos de los invasores árabes, y la ciudad fue saqueada, la mayoría de los habitantes fueron asesinados y los supervivientes fueron obligados a aceptar el Islam.
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