Durante la octava campaña de investigación arqueológica en Gohar Tappeh, en la provincia septentrional iraní de Mazandaran, los arqueólogos han descubierto los restos de un caballo, identificado como de la estirpe Caspia o Nissea, la raza más antigua del mundo aún en existencia. Los restos fueron descubiertos en un cementerio que data desde finales del Bronce Final hasta comienzos de la Edad de Hierro. Según el director del equipo arqueológico en Gohar Tappeh, Ali Mahforuzi, “debido a la forma, figura y tamaño de los restos descubiertos del caballo, estamos ante la evidencia más antigua de un ancestro del caballo Caspio. Tenemos que continuar con nuestra investigación hasta que lleguemos a la tierra virgen con el fin de establecer la ocupación humana más antigua del sitio. La excavación está avanzando gradualmente en el cementerio y a nivel industrial, ya se ha encontrado un horno de barro en 2006. Esperamos tener mucha mayor información sobre el sitio para el año que viene”.
Mahforuzi concluyó que “obtener información de Gohar Tappeh nos ayudará a comprender la configuración cultural del sitio y su vinculación con otras culturas de la región durante la época prehistórica”. El sitio histórico de Gohar Tappeh, con un área de 50 hectáreas, está localizado en la parte oriental de la provincia de Mazandaran, entre las ciudades de Neka y Behshahr, al norte de Irán. Es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Irán en las inmediaciones del Mar Caspio, que lleva consigo el secreto de una antigua civilización, puesto que también se cree que Gohar Tappeh disfrutó una vez de una compleja urbanización hace unos 7.000 años. El descubrimiento de estructuras arquitectónicas, así como un gran número de tumbas con diferentes métodos de enterramiento en esta región, apuntan a la existencia de la habitabilidad continuada de ésta durante diferentes periodos de la historia hasta el I milenio a.C. El estrato más antiguo identificado en esta temporada data del Calcolítico (3500 a.C.), mientras que el más antiguo identificado hasta ahora data del Neolítico, alrededor de unos 14.000 años.
El caballo Caspio o “caballo de reyes”, fue utilizado en el antiguo Irán como un caballo de carreras y para la guerra, y es presentado a los reyes y reinas como un valioso regalo, además de que es conocido por ser favorecido por Darío I tal y como se observa en las representaciones esculpidas en Persépolis. Se creía que el caballo Caspio había desaparecido en la antigüedad, hasta que en 1965, hasta que la esposa americana de un aristócrata iraní llamada Louise Firouz fue a una expedición donde descubrió pequeños caballos en las regiones montañosas iranias emplazadas al sur del Mar Caspio. El número de especímenes aún vivos de esta raza en Irán es todavía muy pequeño, donde en todo el mundo hay tan solamente 13.00 de estos caballos registrados, principalmente en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Australia. La última exportación de caballos Caspios en Irán se produjo a principio de los años 90, con un pequeño envío al Reino Unido. En cuanto a su componente físico, los de raza Caspia son más pequeños que sus homólogos contemporáneos, presentando delgados huesos, pequeñas cabezas con una frente pronunciada, grandes ojos, orejas cortas y hocicos pequeños. Son muy rápidos e increíblemente fuertes, así como tienen un buen temperamento, tal y como indicó Firouz, “amables, inteligentes y dispuestos”.
Si queréis más información sobre estos caballos, y otros posibles tipos que se utilizaron durante el periodo Aqueménida, el racionamiento y la función que tuvieron, así como la importancia simbólica que tuvo este animal en dicho Imperio, podéis leeros el subcapítulo que dedico a los caballos en mi tesis, o esperar a que sea publicado el resumen de ésta, que no queda mucho para ello.
Cilindro-sello aqueménida en calcedonia gris-azulada que muestra a un jinete con el vestido típicamente medo. El jinete sostiene un la lanza frente a un león rampante. Se puede observar también las seis líneas de una inscripción en elamita que dice "Ainakka, hijo de Fratish".
Relieve de piedra del palacio H de Persépolis que muestra los elementos típicos del harnés de una brida del periodo Aqueménida sobre un caballo de la casta Nissea.
Detalle de un cilindro sello de Darío I que parece representar al monarca cazando en uno de sus paraísos reales. Los caballos que dirigen el carro han sido identificados como potros Caspios, aunque esta afirmación es muy discutida.
Si ya lo decía "Kikuli", que el caballo es importante.
ResponderEliminarSaludos.
Hola
ResponderEliminarJoaquin
Por casualidad y especialista en el Imperio Persa no tendrás algunas imágenes o dibujos de barcos persas que no he encontrado en ninguna parte.
Tenga que hacer un trabajo sobe los persas eso es lo único que me falta.
Se antemano gracias
JBAEZA24@YAHOO.COM
Tendría que mirarlo, creo que puedo tener alguna imagen. De todas formas, la flota aqueménida, por lo menos en el Mediterráneo, en el Mar Rojo y en el Golfo Pérsico es algo completamente desconocido, se nutría principalmente de barcos fenicios. Si tienes alguna imagen de estos podría valerte. De todas formas voy a mirar y con lo que sea te escribo a tu correo.
ResponderEliminarUn saludo.