Las piedras de la antigua ciudad de Persépolis requieren la atención urgente de los especialistas para protegerse, ya que de lo contrario se destruirán en menos de un decenio. La penetración del agua de lluvia dentro de la plataforma, que ha formado una gran piscina, así como la humedad severa, han causado grietas en la mampostería y su desmoronamiento, particularmente en los últimos años, por lo que en pocos años es posible que toda la plataforma se derrumbe. Esto es principalmente debido al hecho de que los canales de drenaje construidos por los ingenieros Aqueménidas para dirigir el exceso de agua fuera de la plataforma han sido bloqueados. Además, el aumento de las aguas subterráneas generadas por el lago formado por la famosa presa de Sivand ha causado un grave aumento de la humedad, en la medida de que se puede sentir en el aire.
En una entrevista con el servicio Persa de la Agencia de Noticias Mehr, un experto iraní en Patrimonio Cultural, cuya identidad permanece en el anonimato para mantener su seguridad, reveló la magnitud de los daños producidos en Persépolis en los últimos meses: “La lluvia es bastante pesada en el área, cayendo durante todo el año sobre la plataforma, a lo que hay que añadir que las aguas que caen sobre el Monte Rahmat, situado en la parte norte de la plataforma, también desembocan en Persépolis. Año tras año, como resultado, estas aguas se han reunido formando en la plataforma un depósito de agua que alcanza los 120.000 metros cuadrados. Además, las aguas subterráneas se han incrementado y como el agua emplazada en la superficie de la plataforma no tiene a donde ir, ha comenzado a penetrar en la base de las estructuras construidas sobre la plataforma para luego evaporarse a través de la piedra”.
La humedad ha provocado la erosión química, lo que ha producido la corrosión y el decaimiento, causando en los muros de mampostería de piedra grietas y que se desmoronen poco a poco. Han crecido líquenes sobre las piedras, así como han aparecido residuos de sal a lo largo de todo Persépolis, en particular en la Sala del Tesoro y en la sección occidental de una estructura peculiar conocida como el Harén. Además, las estructuras de adobe actúan también como esponja, estando completamente mojadas. En su conjunto, el agua y la humedad han causado graves daños a la estructura de piedra, y su erosión ha afectado a sus característicos detalles, donde las tallas de los bajorrelieves en la superficie han sido gradualmente desgastados capa por capa, y en algunos casos se han debilitado y se han roto. Según el experto “en la sección del Harén no existe ningún sistema para evacuar el agua; como resultado, cada año, asistimos a una destrucción aún mayor y nadie se preocupa por hacer nada al respecto”. Añade además que “otra razón fundamental para la humedad es que una serie de piedras han sido distribuidas en la plataforma para que los visitantes no caminen por el barro durante el invierno. Como consecuencia menos agua puede evaporarse a través de la superficie”.
El especialista además enfatizó que “existen una serie de soluciones para abordar el problema. En primer lugar, limpiar y volver a abrir el antiguo sistema de canalización bloqueado, para después crear pequeños canales de agua a lo largo de la plataforma para dirigir el agua fuera de ésta. También, para separar la mampostería de los muros de ladrillos, aunque es una tarea enorme, sería eficaz impedir que pase el agua entre ambos. Hay un equipo presente en Persépolis conformado por cuatro geólogos, un conservador y un restaurador. Sin embargo, el problema es que estos expertos son buenos en la teoría, pero en la práctica no tienen ninguna experiencia, y por lo tanto pueden causar más daño que bien. Por ejemplo, han causado daños en una de los parapetos del Tripylon, durante el traslado para repararlos perdieron y rompieron piezas, y en lugar de restaurar correctamente, usaron piedra pegada para ponerlos juntos”.
En diciembre de 2010 otro experto expresó sus preocupaciones sobre el alarmante estado de Persépolis. Las condiciones meteorológicas han provocado el deterioro de la pared exterior situada en el lado izquierdo de la escalera principal que conduce a la plataforma de Persépolis, donde se observan tres fisuras. Los expertos advirtieron que tras veinticinco siglos la antigua ciudadela con sus grandiosos palacios será destruida en menos de una década, si no se toman medidas inmediatas contra las amenazas ambientales y las provocadas por el hombre.
El palacio del Tesoro
Esperemos que tu reportaje llegue a las más altas instancias y remueva conciencias. La pérdida de Persépolis sería una catástrofe mundial.
ResponderEliminarSaludos.
Por lo menos que se vaya conociendo el problema, porque en las noticias dudo que salga algo relacionado con esto por desgracia.
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