miércoles, 31 de agosto de 2011

El valioso Tesoro de Jubaji (Irán) permanece aún en secreto

Durante las excavaciones para la colocación de tuberías en el asentamiento iraní de Jubaji en febrero del año 2007, los trabajadores descubrieron por azar un magnífico tesoro antiguo. El tesoro de joyas y piedras preciosas fue colocado en un ataúd de bronce, donde la mayoría de los objetos están hechos de oro y la fecha propuesta por los especialistas para datarlo es el siglo VII o VI a.C., es decir del periodo perso-elamita (Aqueménida pre-dinástico) o de principios de la época Aqueménida. El pueblo de Jubaji se encuentra cerca de la ciudad de Ram Hormoz, al suroeste de la provincia iraní de Khūzistān, donde se han encontrado los restos de un palacio Aqueménida. Los objetos descubiertos, la mayoría de ellos de estilo Aqueménida, están ricamente decorados, y donde se incluye un anillo de poder, brazaletes, empuñaduras, collares, cadenas, colgantes, medallones, pendientes, botones, cuentas, anillos, broches, una daga o espada ceremonial y varias figurillas de hombres y animales de bronce. Algunas de las joyas están adornadas con ágata, cornalina y otras piedras preciosas. La alta calidad de las piezas, pertenecientes a diversos períodos históricos de Irán, desde los elamitas a los Aqueménidas, demuestra que las joyas eran una herencia familiar. La presencia, entre los objetos, del "anillo de poder", con un estilo claramente Aqueménida, demuestra también que pertenecía a una familia acomodada que ocupó un cargo público. El tesoro pudo ser enterrado por los propios familiares en el siglo IV a.C. para evitar que cayera en manos de Alejandro y de su ejército.

Sin embargo, hasta la fecha, las autoridades de la República islámica de Irán se muestran reacias a revelar el escondite del tesoro y, sobre todo, a mantener al público informado acerca de su seguridad. Inicialmente, la Organización de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Irán (ICHTHO) prometió que el tesoro se mostraría al público en el Edificio Samimi de Ram Hormoz, una mansión del período Qajar que se ha convertido en un museo en los últimos años. El pasado septiembre, el ICHTHO emitió un informe donde comunicaba que los objetos habían sido restaurados, aunque no se mostrarían hasta que las medidas de seguridad del Edificio Samimi fueran instaladas. Para facilitar la exposición, el público, generosamente, invirtió dinero para permitir que un costoso sistema de alta tecnología de seguridad se instalara. Un año después no existe ninguna señal de que los objetos se encuentren en el nuevo museo, e incluso no existe ningún comentario del régimen sobre el paradero del tesoro. Del mismo modo, tampoco se otorga acceso al tesoro a los especialistas para examinar los objetos para así aliviar las preocupaciones existentes acerca de su paradero. Muchos investigadores temen que la razón principal de las excusas del régimen y la reticencia actual se deba a que el tesoro ya no se encuentra en el país, esto es, que ha sido vendido a algún coleccionista internacional, ya sea privado o a algún museo.

En este punto conviene tener en cuenta la relación entre la República Islámica de Irán y el tráfico ilícito de bienes culturales iranios. Desde el año 1979, con el ascenso al poder del régimen teocrático totalitario islámico en Irán, se ha iniciado un programa de iranización del país. El patrimonio iraní pre-islámico fue atacado y los sitios históricos y arqueológicos dañados o destruidos por diversos métodos, sin vergüenza o bajo la apariencia de proyectos de desarrollo. Mientras tanto, los clérigos gobernantes y sus familias, en un estilo mafioso, se han visto involucrados en el tráfico lucrativo ilícito de bienes culturales. Las actividades ilícitas del régimen están orientadas principalmente al periodo pre-islámico de la historia de Irán, donde se incluye el saqueo de sitios arqueológicos y el robo de obras de arte de museos y de objetos etnológicos procedentes de zonas rurales, acontecimientos que se han convertido en frecuentes en el Irán islámico. Estos actos abominables de la República Islámica de Irán no sólo ponen en peligro el patrimonio iranio pre-islámico, sino que también ponen en peligro todo el material y las huellas culturales dejadas por la humanidad.

El tráfico de obras de arte iraní es un delito contra el patrimonio de la humanidad. Las instituciones culturales y la policía, como por ejemplo el ICOM, la UNESCO y la INTERPOL, quienes internacionalmente están en la lucha contra el saqueo de bienes culturales, por desgracia, han cerrado sus ojos a la cuestión de Irán y, como el resto del mundo, han optado por permanecer en silencio y no denunciar el abuso de los derechos humanos en Irán, ya que sus intereses y el comercio con el régimen de los Mulás pueden ponerse en peligro. Una figura prominente en relación al patrimonio cultural iraní que vive en Irán y que pidió no ser identificado para mantener su seguridad, advirtió a los coleccionistas internacionales privados y a los museos que "tratar o comprar patrimonio nacional de Irán, que ha sido objeto de contrabando fuera de Irán en las últimas décadas, no es más que la compra de bienes robados. Es inmoral e ilegal y por ello debe ser detenido”. Y agregó: "tarde o temprano, después de la caída inevitable del régimen despótico de los Mulás en Irán, el futuro gobierno libre y democrático de Irán, como hicieron los israelíes con los criminales nazis, perseguirá a estos vendedores y compradores para recuperar nuestro patrimonio nacional. Estar seguros de que se asegurará que los culpables sean procesados ​​en tribunales internacionales”.









lunes, 29 de agosto de 2011

El descubrimiento de zócalos antiguos y otros objetos en Ahwaz ha sido ocultado por el gobierno iraní

Un día después del descubrimiento de una serie de zócalos partho-sasánidas y de otros objetos en Ahwaz, durante las obras de construcción del metro de la ciudad, las autoridades del régimen han negado su existencia. Inmediatamente después de su descubrimiento, la Organización de Patrimonio Cultural y Turismo de Khūzistān (KCHTO) fue alertada, y en respuesta envió un guardia de seguridad para el sitio y ordenó la retirada de todos los objetos hallados por motivos de seguridad. Durante una entrevista con Radio Javan, el director de la KCHTO, Parviz Purfarrokhi afirmó: "No se trata de zócalos, ya que son más pequeños que un bolígrafo". La Sociedad de Entusiastas del Patrimonio Cultural de Khūzistān ha enviado un comunicado donde confirma el descubrimiento junto con la evidencia fotográfica de la KCHTO, exigiendo una explicación y el paradero de estos objetos históricos.

Esta es la segunda vez, en este año, que durante las excavaciones del Metro de Ahwaz los trabajadores de la construcción han descubierto este tipo de objetos en los estratos más antiguos, que se cree que pertenecían a la ciudad partha de Taryana (también conocida en época Sasánida como Hormuz Ardashir). La antigua ciudad está situada debajo de la moderna ciudad de Ahwaz, en la rica provincia petrolífera de Khūzistān. El permiso para la construcción del metro fue emitido por el gobierno y el control de la construcción recayó en la KCHTO, a pesar de las objeciones de los académicos y de los entusiastas de la cultura, que creen que la construcción destruiría la antigua ciudad que se encuentra por debajo de la ciudad moderna. Mientras que la ciudad antigua está recogida en la lista del patrimonio nacional del país y no se deberían permitir actividades de construcción sobre o cerca del lugar, un funcionario de la Oficina Municipal de Ahwaz afirmó: "No merecemos esto, y lo mejor es que la ciudad antigua quede oculta y sea descubierta por la próxima generación”. Un arqueólogo de la KCHRO que deseaba permanecer en el anonimato para mantener íntegra su seguridad, indicó: "Nada de la antigua ciudad impedirá, por el momento, que se complete la construcción del metro y de otros proyectos del régimen. Y agregó: "Saben lo que están haciendo, están tratando de borrar el pasado pre-islámico". 

La ciudad de Hormoz Ardashir, también conocida como Hormezdshir, Hormizshahr y Humshir, así como Daravashir (Dārāvašīr), fue reconstruida por el monarca Ardashir (224-241), el fundador de la cuarta dinastía irania, los Sasánidas (224-651). Tabari, historiador persa del siglo IX confirma en sus textos que el rey Ardashir reconstruyó la antigua ciudad Arsácida y la dio su propio nombre. Sin embargo, los cimientos de la ciudad fueron construidos, ya sea durante la dinastía de los Aqueménidas o de los Arsácidas, quienes la llamaron Taryana. Sin embargo, de acuerdo con Maqdasi, fue Sapor I quien reconstruyó la ciudad, acuñando una nueva designación al combinar los nombres del dios zoroástrico Hormuz y el de su padre. Sabemos que la parte norte de la ciudad se dedicó a tareas administrativas y que fue el lugar donde vivían los personajes de más influencia de la localidad, mientras que la zona sur fue dedicada a tareas económicas y estuvo habitada principalmente por comerciantes. Sin embargo, durante la conquista árabe de Khūzistān en el año 630, la zona norte de la ciudad fue totalmente destruida y sus habitantes masacrados, aunque el sector sur se mantuvo intacto y fue conocido por los colonos árabes como Suq-ul-Ahwaz.  

El nombre de Ahwaz, que los árabes utilizaron para denominar a la ciudad, se cree que se originó a partir de la lengua Khuzi, la lengua de los habitantes originales de la provincia de Khūzistān, que dieron su nombre a la provincia antes de la aparición de la dinastía Aqueménida. De acuerdo con Khwarazmi, un erudito persa del siglo VIII, el idioma Khuzi se habló en la provincia hasta el siglo III. El historiador persa Abu Mansur Javaliqi, escribió en el siglo XII: "Ahwaz es el nombre de una ciudad persa, cuyo nombre original persa ha sido arabizado y los árabes han aceptado el dictado de la palabra persa". Hormoz Ardashir, que actualmente se encuentra dentro de los límites de la moderna Ahwaz, se registró en la lista del patrimonio nacional de Irán en 1931.



domingo, 28 de agosto de 2011

Los restos de un puerto del periodo Sasánida son destruidos para dar lugar a unos nuevos astilleros

El Mehrooban Tappeh, en el Golfo Pérsico, que contiene los restos del antiguo puerto y de la ciudad de Mehrooban (Mehrūbān), ha sido completamente destruido. Mehrooban Tappeh, también conocido como Tal-e Emāmzādeh, está situado a 24 kilómetros al norte del puerto de Daylam, en la provincia de Khūzistān, al suroeste de Irán. El emplazamiento está fechado en época Sasánida (224-651), y fue registrado en la Lista del Patrimonio Nacional de Irán durante el reinado de Reza Shah Pahlavi. Según los habitantes de la cercana Shah Abdollah el nombre original del puerto era Māhrūyān (Caras de Luna, una expresión persa que significa "bonito").  

La destrucción de los restos de la antigua ciudad fue pertrechada por una organización militar anónima al servicio de la república islámica, posiblemente uno de los órganos de la República Islámica Revolucionaria de la Guardia Armada para facilitar la construcción de un nuevo muelle entre los puertos de Hendijan y Daylam en el Golfo Pérsico. A pesar de ser uno de los puertos más importantes durante el periodo Sasánida, nunca se ha llevado a cabo una investigación arqueológica del lugar. Con esta destrucción, todos los secretos y conocimientos de los puertos iranios en la antigüedad se han perdido para siempre. 

No hace mucho tiempo, la misma organización militar destruyó también los restos de una casa señorial conocida como Palacio Filiyeh datada en el periodo Qajar. El Palacio Filliyeh fue construido en una mezcla entre el estilo Qajar y Sasánida, por los arquitectos Isfahani y Shirazi en 1917. La casa fue residencia y lugar de trabajo principal del célebre discípulo británico conocido como el jeque Khazal. Khazal fue instruido por Whitehall para reclamar la independencia de la provincia de Khūzistān de Irán, con el fin de que Gran Bretaña ganase el control del petróleo iraní y acabar así con la Anglo-Persian Oil Company (APOC). En noviembre de 1924 Reza Shah Pahlavi arrestó a Khazal, quien fue ejecutado por traición. En consecuencia, los británicos se vieron obligados a salir de Irán en marzo de 1925, con lo que Reza Shah completó la unificación de Irán y se aseguró de que los iraníes tuvieran todos los derechos sobre la APOC. Fue el Dr. Mohammad Mosadeq, quien en 1951 terminó el trabajo de Reza Shah y con la nacionalización del petróleo iraní terminó con el control británico sobre el petróleo iraní.


viernes, 26 de agosto de 2011

Un templo dedicado a la diosa Anahita, de época partha, en Hamadān, demolido para construir una Mosalla

Aunque no tiene que ver, en principio, con el periodo Aqueménida, la situación de los restos arqueológicos en Irán merece ser atendida. Cómo ya he informado, tanto Susa como Persépolis están siendo afectadas por una serie de problemas, y parece ser que el gobierno de Irán no está actuando para proteger su propio patrimonio, un patrimonio que por otra parte pertenece a toda la humanidad. Los siguientes artículos irán en este sentido, dando a conocer lo que está ocurriendo con una serie de restos y piezas arqueológicas. Pues bien, los restos de un edificio de época partha, situado en la cima de una colina llamada Mosalla Tappeh, fueron arrasados para preparar el terreno para la construcción de una Mosalla, un lugar para la oración islámica. 

La noticia de la destrucción del patrimonio iraní ha enfurecido a la nación, en particular a los amantes de la cultura y a los entusiastas de la herencia nacional de Irán. De acuerdo con Mehrnush Najafi-Ragheb, el portavoz del Consejo de la Municipalidad Islámica de Hamadān, los restos del edificio fueron destruidos hace dos años. "Hasta hace dos años los restos de las ruinas de la fortaleza, que era, posiblemente, de época Arsácida, estaban en pie y fueron destruidos cuando comenzó la construcción de la Mosalla", indicó Najafi-Ragheb al servicio persa de la CHN. Y agregó: "durante el año 2006, la asamblea del consejo, lo consideró (al montículo) como un sitio cultural y religioso". La Asamblea no se explica cómo la República Islámica destruyó un monumento de 2.000 años de antigüedad, que era una parte importante del patrimonio cutural y de la historia de Irán. El sitio fue cercado y restringido al público durante los últimos dos años bajo el pretexto de la protección del antiguo monumento. 

Los objetos recuperados del sitio en las últimas décadas, donde muchos de ellos se conservan en el Museo de Hamadān, sugieren que el montículo era de época Arsácida, con la posibilidad de que el sitio se remontara a la época meda. Algunos expertos creen que el monumento destruido era un templo dedicado a la deidad zoroástrica, Anahita. Los arqueólogos creen que en la antigüedad este montículo de 600 x 400 metros y el adyacente de Hegmataneh (Ecbatana) estaban unidos y juntos formaban la antigua y la original ciudad, ya que, por ejemplo, el famoso Shir Sangi (León de piedra) de Hamadān se encuentra en la ladera del montículo. Según los registros históricos, el edificio de época Arsácida era conocido como Tappeh Dokhtar (El Montículo de la Virgen) y fue utilizado como una estructura defensiva, manteniendo su formato original hasta 1791, cuando Aqa-Mohammad-Khan Qajar conquistó Hamadān, momento en el que el monumento fue destruido. Cabe añadir que los antiguos monumentos iranios denominados con el nombre dedokhtar”, que viene a significar generalmente “hija” yvirgen”, estaban dedicados a la diosa Anahita. 

En 1978, el Ministerio Imperial de Cultura y Arte planeó la rehabilitación de los monumentos antiguos de la ciudad de Hamadān, incluyendo la puesta en marcha de una amplia investigación de los tres montículos históricos de mayor importancia y, finalmente, su restauración completa, investigación que fue desechada después de la subida del régimen de los clérigos al poder en 1979. Mientras se han producido estas destrucciones, no se ha llevado a cabo ningún estudio arqueológico detallado sobre el montículo. Muchos expertos han expresado sus objeciones, puesto que había suficientes tierras en y alrededor de Hamadān que podrían haber sido utilizadas con la finalidad de albergar la construcción de la Mosalla, evitando así que se produjera la destrucción del patrimonio iraní.

Los restos del templo de Anahita antes de su destrucción

Vista de Hamadan desde Mosalla Tappeh

martes, 23 de agosto de 2011

Susa amenazada por la construcción de un complejo hotelero

Un tribunal emitió un fallo que permite al promotor de un proyecto hotelero reanudar las actividades de construcción cerca del sitio de Susa, de más de 5.000 años de antigüedad. La decisión fue tomada después de que el Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Khūzistān (KCHTHD) hubiera pospuesto la demarcación del antiguo emplazamiento. Además, vigas para el proyecto de tres pisos del hotel Amir Zargar se habían instalado con anterioridad, aunque, originalmente, el hotel fue ideado para tener dos plantas. La construcción del hotel comenzó en el año 2007 en una zona situada entre las ruinas de los antiguos palacios del Shaur y de la Apadana (no confundir con el Palacio de la Apadana de Persépolis) y los montículos de la antigua Susa. Sin embargo, las obras fueron detenidas poco después como consecuencia de las objeciones planteadas por los medios de comunicación y por los entusiastas del patrimonio cultural. Además, el KCHTHD demandó al propietario del proyecto hotelero.

El KCHTHD, al mismo tiempo, se vio envuelto en una disputa sobre un proyecto de construcción hotelera, llamado Laleh, en curso también en el sitio de Susa. Los proyectos de construcción de ambos hoteles han provocado un acalorado debate sobre la ubicación precisa del perímetro de Susa, lo que condujo a que se le asignara al KCHTHD la tarea de demarcar el sitio. Sin embargo, la tarea nunca se terminó y el fallo del tribunal fue finalmente a favor del dueño del proyecto hotelero Amir Zargar. En su veredicto, el tribunal ordenó al propietario modificar la altura del hotel después de que el KCHTHD encontrara evidencias de que el sitio violaba el perímetro de Susa, informó un experto anónimo en Susa al CHN. 

El titular también ha recibido instrucciones de utilizar un estilo arquitectónico que esté en armonía con el antiguo sitio, agregó. "Sin embargo, las autoridades han ignorado el hecho de que el sitio contiene muchos objetos y un área cubierta de piedra pertenecientes al periodo Aqueménida, que fue descubierto hace dos años mientras se excavaban los cimientos del hotel. Ahora las bases del hotel se encuentran en el lugar exacto donde los objetos y el sitio pertenecientes al periodo Aqueménida habían sido desenterrados", se lamentó. Un equipo de arqueólogos había establecido previamente un perímetro de 1.200 hectáreas para el emplazamiento de Susa con el fin de guardar el sitio de posibles proyectos de construcción. Sin embargo, el KCHTHD se negó a reconocer tal demarcación. Situada a unos 150 kilómetros al este del río Tigris, en la provincia iraní de Khūzistān, Susa fue una antigua ciudad elamita, persa y partha. Susa es uno de los asentamientos más antiguos conocidos en la región, probablemente fundada alrededor del año 4.000 a.C., aunque los primeros vestigios de un asentamiento habitado se fechan alrededor del 7.000 a.C.

Esfinge alada del palacio de Dario procedente de Susa, hoy en el Museo del Louvre

Restos de un capitel con doble cabeza de toro que se erigía sobre una columna de la Apadana de Susa

Restos de la Apadana de Susa, con el castillo construido por Jean-Jacques Marie de Morgan al fondo

Sala del Tesoro de Susa

Ruinas de la Acrópolis de Susa

Plano de Susa

Zigurat de Susa


Zigurat de Susa

Columna dañada procedente de Susa

Columna dañada procedente de Susa

viernes, 19 de agosto de 2011

Un antiguo complejo subterráneo secreto ha sido descubierto en la provincia iraní de Hamadān

Una antigua red de túneles secretos y viviendas han sido descubiertos en la provincia de Hamadān. Esta provincia iraní se encuentra en una zona elevada, sobre las montañas de Alvand, que se extienden desde el noroeste hacia el suroeste. El complejo descubierto se encuentra cerca del pueblo de Arzanfud, a 25 kilómetros al sureste de la capital provincial, según ha informado el Departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Hamadān (HCHTHD). El complejo se compone de 25 habitaciones conectadas entre sí por varios túneles, que habían sido excavados por debajo de un montículo de piedra, y que se encontraban a una profundidad de 4 a 6 metros. Se piensa que la estructura había sido utilizada por los habitantes como un refugio para salvaguardarse ante conflictos militares. La entrada al complejo subterráneo, que está oculta o disfrazada, está aún por descubrir, aunque por el momento se puede acceder a través de un conducto de ventilación original, ampliado por los expertos del HCHTHD para favorecer el acceso al complejo. Se puede observar que dentro de esta estructura existen agujeros tallados en las paredes, que habrían sido utilizados para colocar objetos destinados a iluminar el complejo, y también se ha identificado una cuna en la estructura. Una serie de anillos de piedra y ganchos también han sido uno de los objetos descubiertos. De acuerdo con los estudios iniciales, la ciudad probablemente se remonta a la época meda (728-550 a.C.) o Arsácida (248 a.C.-224 d.C.).

No existen más detalles de lo que se ha descubierto, puesto que esto es lo único que se ha anunciado al público por el HCHTHD. Desde marzo de 2009, los arqueólogos iraníes tienen prohibido tanto dar entrevistas como revelar ninguna información sobre el ICHTHO o sobre el estado de la arqueología iraní. Mediante la ejecución de una prohibición del régimen teocrático-totalitario se ha cerrado la única vía fiable para obtener información precisa sobre el estado de los descubrimientos arqueológicos y de los tesoros culturales recuperados de los sitios. Según algunos informes, el número de objetos de gran valor recuperados de los sitios que pasan a los museos de Irán a través del ICHTHO, especialmente aquellos realizados de metales preciosos, se ha reducido drásticamente. El comercio ilícito de antigüedades y la venta de reliquias históricas desde Irán a los mercados europeos y a los coleccionistas privados de todo el mundo se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos de los clérigos gobernantes y de sus familias. Desde el ascenso del régimen islámico al poder en 1979, no sólo el contrabando y el saqueo del arte iraní y de las antigüedades, sino también una destrucción deliberada, sobre todo del patrimonio pre-islámico iraní, han sido sistemáticos y generalizados. Estas destrucciones se han incrementado desde el nombramiento de Mahmud Ahmadineyad como presidente por el Ali Khamenei, líder espiritual del régimen.

La ciudad de Hamadān, conocida como Ecbatana en la antigüedad, es la capital más antigua de los iranios, puesto que fue la sede del primer imperio iraní, los medos. Se cree que la ciudad fue fundada alrededor del año 1.100 a.C., mientras que algunos historiadores sostienen se remonta al 3.000 a.C. Según los registros históricos, hubo una vez un castillo en esta ciudad que se llamaba Kohan-Dež(antigua fortaleza), donde había mil habitaciones y su grandeza igualaba a la de la Torre de Babilonia. La ciudad siguió manteniendo su importancia durante el periodo Aqueménida, hasta que en el año 330 a.C., Alejandro tomó la ciudad. De acuerdo con las fuentes antiguas, Hefestión, uno de los hombres de Alejandro, fue enterrado en Hamadān en el 324 a.C. La ciudad fue revivida y volvió a ganar su antigua importancia tras la liberación de Irán por los monarcas Arsácidas. Aunque Ctesifonte fue elegida como la capital política y de invierno del imperio, Ecbatana fue la capital de verano y la residencia de los reyes parthos. La ciudad mantuvo su importancia después del ascenso al poder de los Sasánidas en el año 224, puesto que éstos construyeron sus palacios de verano en Hamadān. Después de la batalla de Nahavand en el año 642, Hamadān, cayó en manos de los invasores árabes, y la ciudad fue saqueada, la mayoría de los habitantes fueron asesinados y los supervivientes fueron obligados a aceptar el Islam.


miércoles, 17 de agosto de 2011

La naturaleza amenaza al castillo iranio de Susa.

Los expertos han advertido sobre los peligros naturales y ambientales que amenazan el castillo iranio de Susa. La erosión, así como las fuertes lluvias y vientos, han puesto en peligro la estructura, según ha informado el portavoz de la Cultural Heritage Lovers Society, Mojtaba Gahestouni, a la agencia de noticias Mehr. El castillo cuenta con una gran cantidad de inscripciones, algunas de las cuales están grabadas en los bloques de piedra del monumento y por ello se ven amenazadas por factores naturales y medioambientales.

Según Gahestouni, “la ausencia de una base sólida ha provocado la aparición de grietas de diferente tamaño en diversas partes del edificio. Del mismo modo, las bombas y los proyectiles que azotaron el área circundante durante la guerra entre Irak e Irán han causado también graves daños a la estructura”. También ha hecho hincapié en que los proyectos de restauración no profesionales llevados a cabo durante los últimos años han dañado la imagen auténtica del monumento.

El departamento de Patrimonio Cultural, Turismo y Artesanía de Khuzistan comenzó un proyecto de restauración en el año 2008 con el objetivo de sustituir las inscripciones de los ladrillos del castillo. Sin embargo, el proyecto no duró mucho tiempo debido a las objeciones planteadas por los expertos en restauración del Centro de Patrimonio Cultural de Susa (SCHC), quienes argumentaron que la sustitución podría dañar la autenticidad de la estructura. El centro también indicó que estaba tratando de encontrar una forma adecuada para proteger las inscripciones, aunque las nuevas técnicas no se han anunciado hasta ahora.

Según un informe publicado en 2007, cerca de 90.000 objetos se mantienen en condiciones no estándares en los depósitos subterráneos del castillo de Susa. Las reliquias depositadas pertenecen a distintas épocas de la antigua Persia, e incluyen objetos descubiertos por el arqueólogo francés Roman Ghirshman en la década de 1940. Ubicado en una colina próxima a la antigua ciudad de Susa, el Castillo de Susa fue construido por el ingeniero civil, geólogo y arqueólogo francés Jean-Jacques Marie de Morgan (1857-1924), quien llevó a cabo excavaciones en la región. Para construir el monumento, De Morgan utilizó ladrillos antiguos que habían sido esparcidos en los sitios arqueológicos cercanos como Haft-Tappeh y Zanbil Tchogha. El gobierno francés de la época estuvo de acuerdo en patrocinar el proyecto de construcción para proporcionar un lugar seguro para que De Morgan y su equipo descansaran durante su estancia. La construcción del castillo, que comenzó en el año 1897, terminó bajo la supervisión del arquitecto iraní Mostafa Dezfouli en 1912.



martes, 16 de agosto de 2011

Antiguo cementerio hallado en Irán.

Trabajadores de la construcción se han topado con un antiguo cementerio en la ciudad de Yāsūj, en el Kohkilouyeh iraní, en la provincia de Boyer-Ahmad, en la zona suroccidental de Irán. "El sitio se ha encontrado al este de la ciudad y parece tener más de 3.000 años de antigüedad", ha indicado el jefe de la Oficina de Patrimonio Cultural de Kohkilouyeh, Yadollah Moradi a la agencia de noticias Mehr. "Los arqueólogos comenzarán pronto las excavaciones y publicarán los resultados de sus estudios", agregó. "Restos óseos humanos fueron descubiertos también en el sitio junto con flechas y restos cerámicos", explicó Moradi, añadiendo que la existencia del cementerio muestra que la zona había sido habitada en la antigüedad. "Es posible que el cementerio sea parte de la antigua zona residencial", agregó Moradi. Es aceptado por la mayoría de los investigadores, que el enfrentamiento entre Alejandro y el comandante Aqueménida Ariobarzanes en las Puertas Persas aconteció en un punto cercano al noreste de la moderna ciudad de Yāsūj.

viernes, 12 de agosto de 2011

Antiguos objetos de oro expuestos en el Museo Nacional de Georgia.

El Museo Nacional de Georgia ha abierto de nuevo sus puertas,tras una reforma que ha durado seis años,con una brillante exposición de antiguos objetos de oro procedentes de esta legendaria tierra, donde la leyenda cuenta que Jasón y los Argonautas buscaron el Vellocino de Oro. Algunos de los objetos son los más importantes de la larga y variada historia de Georgia desde hace miles de años. Los más de 100 objetos expuestos dan una visión única de la región que se extendía entre la antigua Grecia y Persia. El director del museo, David Lortkipanidze ha indicado:  

"Creo que todo el mundo sabe que Georgia es el país del Vellocino de Oro, Georgia es una región que utilizó el metal en época muy temprana. Y los restos arqueológicos lo están demostrando. Ahora estamos mostrando el tesoro que pondrá de relieve todos estos hallazgos. Una parte estará dedicada a una metalurgia del oro muy temprana, que comenzó hace unos 5.000 años".

Algunos de los tesoros encontrados en Vani han viajado a museos de todo el mundo. La nueva exposición en Tbilisi incluye objetos que nunca antes han sido mostrados al público. El ministro de cultura de Georgia cree que el museo será de vital importancia en la enseñanza a los niños sobre el patrimonio de su país. Nikoloz Rurua dijo: 

"Estamos decididos a que el museo sea parte de nuestra educación primaria. De este modo, un montón de niños en edad escolar podrán ver todos los objetos significativos de su historia, lo que les ayudará a entender lo que es ser de Georgia. Debido a que van a desarrollar un sentido de la historia, que es, en mi opinión, muy importante para  todos los ciudadanos y para cada uno de los países, incluido éste.  

Temiendo un ataque bolchevique, las autoridades de Georgia enviaron los tesoros de oro a Francia en 1921 para mantenerlos a salvo. Ellos regresaron a Georgia en la década de 1950 y ahora pueden ser vistos en la exposición que abrió sus puertas en Mayo de 2011.

Detalle de un collar de oro con congaltes en forma de tortuga procedente de Vani, y que está fechado a mediados del siglo V a.C., es decir, en época Aqueménida.

Diadema de oro donde se representan escenas de combate entre animales y adornos del templo de Vani, y que ha sido fechada en la primera mitad del siglo IV a.C.

Dos ornamentos de oro, donde se representan jinetes, procedentes de Vani, y que están fechados en la primera mitad del siglo IV a.C.

Ornamento de oro con decoración calada procedente de Vani, fechado en la segunda mitad del siglo IV a.C.

Un par de pulseras de oro con remates que representan la figura de un jabalí, fechados a mediados del siglo V a.C.